EL OBELISCO

SÍMBOLO DE LA CIUDAD

Las ciudades están llenas de monumentos. Y los monumentos forman parte, en gran medida, del imaginario colectivo de la ciudad. Nos hablan de París y la primera imagen es la Torre Eiffel. Nos hablan de Londres y recordamos el Big Ben o el London Eye. Roma y su Coliseo. Río de Janeiro y su Cristo Redentor. Nueva York y su Estatua de la Libertad. Cada ciudad tiene su gran monumento. Más allá de que haya cientos o miles de otros, hay uno que es más significativo que el resto. Hay uno que se destaca. Y en Buenos Aires es el Obelisco.

obelisco de buenos aires

80 años atrás los porteños quisieron deshacerse de él y hoy en día es nuestro símbolo más importante. No es una razón sino son muchas las que hicieron que pasara esto. Y ya nadie imagina nuestra ciudad sin su monumento.

Buenos Aires no es la misma que a principios de siglo XX. Se transformó y se sigue transformando todo el tiempo. Nuevos edificios cada vez más altos, nuevos medios de transporte, nuevos parques, pero el Obelisco sigue ahí en pie. Y va a seguir por mucho tiempo más. Quizás ahora al estar rodeado de edificios más altos no cause el impacto que tuvo en sus primeros años. Ya fue doblado en altura muchas veces en los últimos años. Pero sigue manteniendo esa magia.

obelisco de buenos aires

Si vas a visitar la Ciudad de Buenos Aires, probablemente te lo cruces varias veces, así que voy a tratar de explicarte porqué es tan importante para nosotros, y porqué es la imagen más característica de la ciudad.

BREVE HISTORIA DEL OBELISCO

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Ubicada en el cruce de la 9 de Julio y la avenida Corrientes en San Nicolás, 80 años atrás, la Plaza de la República era una iglesia. San Nicolás de Bari fue construida en 1733 por don Domingo de Acassuso, en la calle del Sol (hoy avenida Corrientes). Es la única iglesia del período colonial que ya no existe, pero tal fue su importancia para la época que de ella salió el nombre del barrio. Y también fue ahí, en una de sus torres, donde se izó por primera vez la bandera nacional de Manuel Belgrano. Esto pasó en 1812, mientras en Potosí los argentinos y en Quito los ecuatorianos eran vencidos por los españoles, y Estados Unidos era invadido por primera vez por tropas inglesas. ¿Un buen año para Europa? No tanto. Napoleón estaba en guerra por todos lados. Rusia. España. Reino Unido. Austria…

Decíamos que donde hoy se encuentra la Plaza de la República se ubicaba la iglesia de Acassuso (quien curiosamente murió cayendo desde un andamio durante su construcción), pero no existía la plaza. La zona era pantanosa. Era un barrio de gente pobre y se mantenían matando ganado para abastecer la ciudad.

Pero llegó el año 1936 y se estaban cumpliendo cuatrocientos años de la primera fundación de Buenos Aires por don Pedro de Mendoza (aquella que había fracasado porque los querandíes consiguieron vulnerar las defensas de la ciudad, penetrar en ella e incendiarla, provocando su destrucción total). Había que celebrar. Y el por entonces intendente de la ciudad, Mariano de Vedia y Mitre, con apoyo del parlamento, consigue aprobar la construcción de un monumento en el mismo lugar donde había sido izada la bandera por primera vez. Pero para esto había que demoler la iglesia que estaba en el lugar.

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El obelisco se le encargó a Alberto Prebisch. Las obras comenzaron en marzo de 1936 y en poco más de un mes, con mucho apuro porque las obras tenían que estar listas antes del 25 de mayo, se culminó la construcción del monumento. ¡Y qué monumento! 157 obreros lograron la hazaña de montar un obelisco de 67 metros de altura. Se culminó 10 días antes de la fecha de entrega, y casi ni les dio tiempo a los porteños de quejarse.

Unos días antes de estar terminado los ciudadanos se dieron cuenta de que no les gustaba, de que no tenía nada que ver con Buenos Aires, de que el cemento y la piedra no eran materiales tan nobles. Tendrían que haber usado mármol. Pero a pesar de las críticas, y por lo rápido de la obra, el monumento se llevó a cabo. Quedaban 10 días todavía antes de las celebraciones, así que se usaron para terminar la Plaza de la República.

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El 25 de mayo de 1936 se llevaron a cabo los festejos de la Revolución de Mayo. Estuvieron presentes el alcalde y el presidente Justo. Ese día todo el mundo acudió a la ceremonia, donde se destapó el género que tapaba los textos que tiene el obelisco cerca de su base.

Durante sus primeros años, muchos intentaron destruirlo. Tres años después de su inauguración, el Concejo Deliberante sancionó su demolición, pero esta decisión fue vetada por el intendente. A la gente le llevó un tiempo acostumbrarse a él. Era demasiado alto. Era demasiado blanco. Era demasiado geométrico. Era “una estaca”, un “armatoste monstruoso”, un “pinchapapeles de cemento”. Pero lo mismo pasó en París con la Torre Eiffel, ¿no? Y hoy en día es imposible imaginar a París sin su Torre… Y ochenta años después ahí está: es imposible imaginar a Buenos Aires sin su obelisco, nuestra postal al mundo.

QUÉ REPRESENTA EL OBELISCO PARA LOS ARGENTINOS

Es un punto de encuentro o lugar de referencia. Es un sitio muy fácil de ubicar. Cualquier habitante de Buenos Aires sabe cómo llegar y probablemente tenga un colectivo o subte que lo deje ahí en el obelisco. Es muy visible. Es un espacio abierto muy grande al estar rodeado por la avenida 9 de julio, de 140 metros de ancho.

obelisco de buenos aires

Es un lugar para manifestarse y generar caos. Cualquier manifestación importante en la ciudad puede darse en estos tres lugares: la Plaza de Mayo, el Congreso Nacional y el Obelisco. Uno entendería por qué en Plaza de Mayo: ahí en la Casa Rosada trabaja el presidente. ¿Y en el Congreso? Tenemos a los diputados y senadores. ¿Y quién trabaja en el Obelisco? No trabaja nadie. Pero esa no es la razón por la que se manifiestan ahí. Se manifiestan ahí por lo que representa para el habitante de la ciudad: caos.

Cortar la 9 de julio para manifestar en el Obelisco es quizás una de las situaciones más complicadas para la ciudad. Son millones de personas las que se mueven en auto o colectivo desde el microcentro hasta sus casas, y cortar la avenida más importante a la salida del centro no puede generar otra cosa más que dolores de cabeza. Y pasa lo que siempre cuando la gente empieza a molestar a otra gente: llegan los noticieros y en muchos casos los políticos tienen que tomar decisiones. Logran lo que quieren: hacerse oír.

Es un lugar para festejar. La gente lo da por hecho. Cualquier acontecimiento importante se celebra ahí. Sobre todo los deportivos. Cualquier equipo que salga campeón del torneo local o de la Sudamericana o la Libertadores llena de gente el Obelisco. Y es espontáneo. Son muchas las razones por las que pasa esto. Y es en parte lo que representa el Obelisco en el imaginario popular. Al fin y al cabo, es el corazón simbólico de la ciudad, ¿no? Y es muy fácil llegar, ¿no? Y es un espacio abierto muy grande, ¿no? Es casi imposible imaginar otro lugar donde todo esto pueda darse en conjunto que no sea el Obelisco.

obelisco de buenos aires

Es también un lugar turístico. Extranjeros o argentinos por igual se impresionan cada vez que se encuentran con el Obelisco por primera vez. Y por segunda vez. Inclusive a los que lo vemos a diario nos sigue impresionando. Es monumental. Es enorme y está en un espacio tan grande que es el gran protagonista del lugar. Inconscientemente levantamos la cabeza y lo miramos. Y cuando caminamos por ahí vemos a miles de turistas tratando de sacarse una foto con la imagen más conocida de la ciudad de Buenos Aires. Con los años se convirtió en nuestro símbolo más representativo.

Todas estas razones hacen que el Obelisco sea tan importante. Fue el observador de grandes acontecimientos históricos, a veces de forma pasiva y otras como gran partícipe, incluso vistiéndose para la ocasión. Lo vimos con carteles gigantes que iban de la punta a la base. ¡Incluso lo vimos sin punta! Lo vimos como un gran preservativo, lo vimos totalmente apagado y también lo vimos iluminado con las banderas de otros países. Y no podemos negar que cada vez que fue intervenido nos llamó la atención. Y no es para menos. Es gigante y se ve desde todos lados: desde la 9 de julio, desde Florida cuando cruzas Corrientes, desde Plaza de Mayo si vas por Diagonal Norte…

Es el corazón latente de la ciudad.

obelisco de buenos aires

HORARIOS Y ENTRADA

No hay horarios ya que no se puede entrar. Solo se puede ver desde afuera. Hay pocas veces al año en las que se puede subir, pero en ocasiones muy especiales y grupos muy reducidos que se hayan anotado previamente.

COMO LLEGAR

El Obelisco se encuentra en la Plaza de la República, dentro de la Avenida 9 de Julio, justo donde se dan las intersecciones de ésta con Diagonal Norte y Avenida Corrientes.

Creo que planificar una visita al Obelisco es medio absurdo, ya que, aunque estén solo 1 día en la Ciudad de Buenos Aires van a verlo. Es casi imposible no pasar por ahí. Y si están 3 días, o 4 días o una semana, van a verlo varias veces.

Para llegar en transporte público es muy sencillo, ya que bajo el Obelisco se encuentra una gran estación de metro donde confluyen 3 líneas distintas: la línea D (Estación 9 de Julio), línea C (Estación Diagonal Norte) y línea B (Estación Carlos Pellegrini). Es cuestión de bajar ahí, salir por cualquiera de sus escaleras al exterior, y van a estar frente al monumento.

Las líneas de bus que pasan cerca son: 6, 22, 24, 26, 28, 29, 33, 54, 56, 61, 62, 64, 74, 91, 93, 105, 111, 126, 130, 140, 143, 146, 152 y 195.

ATRACCIONES CERCANAS

  • TEATRO COLÓN – 300mts
  • CALLE FLORIDA – 500mts
  • AVENIDA DE MAYO – 600mts
  • CAFÉ TORTONI – 800mts
  • PALACIO BAROLO – 1000mts
  • PLAZA DE MAYO – 1000mts
  • CATEDRAL METROPOLITANA – 1000mts
  • CABILDO DE BUENOS AIRES – 1000mts
  • CASA ROSADA – 1100mts
  • GALERÍAS PACÍFICO – 1100mts
  • CENTRO CULTURAL KIRCHNER – 1400mts
  • CONGRESO NACIONAL – 1500mts

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