Me pongo a pensar en lo que voy a escribir sobre París, y me emociono un poco. Unos 6 años atrás, llegué por primera vez a la ciudad luz. Todavía me acuerdo que bajé del avión en Charles de Gaulle y fuí a buscar el autobús nocturno que, había averiguado, nos llevaba a la ciudad. Me subí, tímidamente le dije al chofer (en un imperfectísimo francés), con la libreta de la UBA en la mano, que era estudiante y que si me podía hacer el descuento en el pasaje. Con una sonrisa me dijo que sí.

Me senté en la ventanilla, y mi tía, con quién hice ese primer viaje y muchos otros más, se sentó del lado del pasillo. No podía cerrar los ojos. Pestañar ya era perderme de algo. Tenía muchas ilusiones. Muchísimas. Tomamos una ruta, y de a poco fuimos entrando a la ciudad. Tenía París a mi alrededor. Estaba emocionado. El autobús dobló en una esquina, y apareció, a lo lejos, la Torre Eiffel, iluminada en una noche perfecta y calma. No me pude aguantar, y se me escaparon unas lágrimas.

Ya no recuerdo si fueron 10 o 12 días, pero aquella primera vez que estuve en París fui muy feliz. Y volví, muchos años después, y la sensación fue muy similar. París es una ciudad que me marcó. Fue mi primer gran viaje. Nunca antes había estado en Europa. A pesar de haber investigado todo lo investigable que había en internet y las bibliotecas de mi familia y amigos, nada te prepara realmente para tu primer viaje, como el viaje en si mismo. Cometí mil errores de los que hoy en día me río. París me enseñó a viajar. Y siempre voy a estar agradecido con la ville lumiere.

Hemingway escribió que si tenes la suerte de haber vivido París cuando sos joven, luego París te va a acompañar vayas donde vayas, todo el resto de tu vida. Y sí, para mí París fue, y siempre va a ser, una fiesta…

GUÍA DE VIAJE POR FRANCIA

Algunos datos prácticos…

País: Francia

Fundación: 52 a.C por los romanos

Nombre original: Lutetia Parisiorum

Superficie: 105 kilómetros cuadrados

Población: 10.000.000 habitantes

Presupuesto diario: 40-80 dólares

Cómo llegar a la ciudad:

Se puede llegar en avión básicamente desde 3 aeropuertos:

• Charles de Gaulle: es el aeropuerto más importante de Francia y el segundo de Europa. La mayoría de los aviones intercontinentales llegan acá. Está bien conectado con la ciudad, ya que se puede ir en RER: la línea B comunica el aeropuerto con el centro de París en aproximadamente media hora y el boleto cuesta 10 euros (podemos después tomar el metro para llegar a nuestro hotel sin abonar extra). Sino también tenemos la opción de tomar transfers o autobuses. Está 25 kilómetros al noreste de París.
• Orly: el segundo aeropuerto más transitado de la ciudad. Este aeropuerto también está muy bien comunicado con París con el RER (30 minutos) o autobuses (50 minutos). Está situado a unos 15 kilómetros al sur del centro de París.
• Beauvais: es el tercer aeropuerto más transitado de París y es la base de muchas aerolíneas low cost que vuelan al resto de Europa. Tenes diferentes opciones para llegar a la ciudad pero la más recomendada es el autobus. Hay una estación de trenes que comunica con París, pero se encuentra en la ciudad de Beauvais, así que tendrían que tomar un autobus para llegar a la estación y terminarían perdiendo más tiempo y dinero. Está situado a unos 85 kilómetros al norte de París.

Desde Londres y otras ciudades europeas se puede llegar en tren:

• Gare du Nord: a esta estación de tren llega el Eurostar desde Londres. Desde la estación se pueden tomar los metros 4 y 5 que los van a conectar con cualquier punto de la ciudad (haciendo combinaciones), así como los RER B y D. Además llegan trenes de muchísimas otras ciudades, como Amsterdam, Colonia o Bruselas. Es la más importante de todas las estaciones parisinas.
• Gare de l’Est: llegan trenes de Berlin, Munich, Luxemburgo, y otras ciudades del este. Acá pueden tomar el metro 4, 5 o 7 para llegar hasta su hotel.
• Gare Saint Lazare: es la segunda estación más importante de Francia y la tercera de Europa. La mayoría de los trenes que llega a esta estación son desde ciudades francesas. Las líneas de metro 3, 12, 13 y 14 llegan a esta estación, así como también el RER E que realiza el trayecto entre Haussmann – Saint Lazare.

Si se llega en autobus:

• Paris-Gallieni: se encuentra justo en el límite de la ciudad. Salvo que se venga desde ciudades algo cercanas, o que se encuentre un buen precio, no es la mejor forma de llegar a París. Los viajes son largos desde otros países europeos (no tan largos como en Sudamérica, pero aún así podemos llegar a tener 10 o 12 horas desde otros países), y con la cantidad de aerolineas low cost que vuelan a París muchas veces no se justifica (si sabemos que podemos llegar a encontrar promos de vuelos desde Milán, Amsterdam o Barcelona por 10 o 15 euros). La estación de autobus está conectada con la ciudad a través de la linea 3 del metro.

Cómo moverse por la ciudad:

El transporte público en París es excelente. Sobretodo la red de metro y los trenes RER de cercanías. Los autobuses también son muy buenos, pero algo complicado de entender. Lo mejor es siempre buscar nuestro destino con Google maps, que nos va a decir que tren, metro o autobus debemos tomar para llegar, a que hora pasa y que combinaciones tenemos que hacer:

• METRO: es la mejor forma de llegar a casi cualquier punto de la ciudad. Los precios son accesibles (para el parámetro europeo). La chica que va diciendo las estaciones nos da una lección de pronunciación en francés en cada parada, por lo que podemos practicar un poco: en vez de decir Charles de Gaulle, vamos a aprender a decir «yá de go»…
• Autobuses: por las noches, cuando el metro ya está cerrado, es la mejor forma de moverse. Los autobuses nocturnos (son las paradas con una letra N al lado del número) tienen otro recorrido al de los diurnos, menos frecuencias y menos líneas, pero con la ayuda de Google maps vamos a poder llegar a cualquier parte.
• Taxis: caros.
• Uber: un poco menos caros.

De todas formas, si hay una ciudad en el mundo que tenemos que recorrer a pie, es la ciudad luz… Cada café, cada tienda de libros usados, cada puente que crucemos sobre el Sena, cada metro cuadrado en esta ciudad, es deslumbrante. Háganle caso a Owen Wilson 🙂

Qué comer:

• Creppes: una especie de tortillas a la que se le agregan todo tipo de ingredientes como nutella o frutillas con crema. Se come en todo el país, pero hacerlo con vistas a la Torre Eiffel, es todo un cliché.
• Quesos: el país de los mil quesos los tiene de todos los tipos: de vaca, oveja, cabra, curados, semicurados, frescos, azules… Todos riquísimos, pero no pueden irse sin probar 3 clásicos: Roquefort, Brie y Camembert.
• Baguettes: el clásico pan de los franceses está hecho con harina de trigo, y es mucho más largo que el resto de los panes. Es muy utilizado para realizar bocadillos, siendo el de jamón y manteca un clásico.

TOP 5 Principales atracciones:

Bonus track: 3 infaltables

• Arco del Triunfo: donde nacen los Champs Elysees (y muchas otras avenidas, luego del Plan Haussman), se encuentra otra postal de París.
• Museo de Orsay: arte impresionista de la talla de Renoir, Cézanne, Gauguin o Monet, dentro de una vieja estación de ferrocarril de principios del Siglo XX.
• Centro Pompidou: otro museo, que completa la trilogía que empezó con el Louvre (antigüedad hasta el impresionismo), siguió con el Orsay (impresionismo) y termina con ésta obra de Renzo Piano que alberga arte moderno (Picasso, Miró, Modigliani, Dalí…)

10 consejos prácticos:

• París desde las alturas: no hay mejor forma de entender París que desde el cielo. La mayoría de la gente sube a la Torre Eiffel. Suban. Está buenísimo. Pero no se pierdan otro mirador… cualquier otro… ¡el que sea! Y es que hay un pequeño problema cuando subimos a la Torre Eiffel: vemos París desde lo alto, buenísimo, pero sin la torre… Y es que París es París por miles de razones, pero una postal de París sin la Torre Eiffel no es una postal de París. Así que subamos a los campanarios de Notre Dame para que las gárgolas de Cuasimodo nos hagan compañía mientras vemos la ciudad más linda del mundo desde lo alto, y sí, con su monumento más representativo. O subamos a Sacre Coeur: su cúpula es uno de los mejores miradores de la ciudad ya que está sobre una colina. O mejor aún: redoblemos la apuerta y subamos al piso 56 al mirador de la Torre Montparnasse. Vamos a poder ver París desde 200 metros de altura sin su grano más feo: la propia Torre Montparnasse, lo peor que le pasó a la ciudad desde la peste negra del siglo XIV. Después de verla desde lo alto díganme si no se quedaron fascinados con sus chimeneas…
• Reserven hospedaje con anticipación: los hoteles y hostels en París pueden ser algo caros, sobretodo en temporada alta. Además, si reservan solo unos días antes (la última vez que fui a París, estaba en Milán, pensaba ir a Grecia, y un día antes cambié mis planes), puede pasarles que terminen en el distrito 11, lejos del centro, en un hotel de mala muerte donde caen aquellos que perdieron la fé… Caso real. Y encima lo pagué bastante caro.
• París Pass: si piensan aprovechar al máximo su tiempo en la ciudad, compren el Paris Pass: incluye muchísimas atracciones y museos, así como el transporte público, cata de vinos y paseos en barco por el Sena. Por ejemplo, el de 4 días cuesta 195 euros, unos 48 euros por día. Un día bien aprovechado del pase sería: una visita al Museo del Louvre (17 euros), la subida a las torres de Notre Dame (8.5 euros), la entrada al Arco del Triunfo (12 euros) y un crucero al anochecer por el Sena (12 euros). Haciendo solo estas 4 actividades, ya estaríamos ahorrando dinero. Y si encima contamos con que tenemos el transporte incluído, y tomamos algún metro o autobús, ya le estamos ganando dinero. Pero como recomiendo siempre: hay que sacar estos pases solo si se piensan aprovechar los días al máximo. Si preferimos ir a los Jardines de Luxemburgo (espectaculares, los aconsejo), y pasar la tarde tirados en el pasto, descansando o charlando con amigos, ahí ya no conviene sacar el Pass.
• Compren la Paris Visite: salvo que ya hayan comprado el Paris Pass, que incluye el transporte público, es la mejor opción. Pueden sacar viajes ilimitados por 1, 2, 3 o 5 días. Pero solo si piensan usar mucho el metro o el autobús, sino no conviene. O simplemente caminen. París es una ciudad muy segura, y caminar por la noche tiene una magia única (vean Medianoche en París, de Woody Allen).
• Free Walking Tour: los tours gratuitos son una de las mejores formas de conocer una ciudad. Lo mejor es siempre hacerlos cuando llegamos, así tenemos un panorama un poco más amplio de lo que podemos y vamos a querer hacer en la ciudad. Además los guías conocen mucho de la historia y las leyendas de la ciudad. Vamos a poder sacarnos muchas dudas con ellos. El tour es gratuito, y cuando termina dejamos una propina si nos pareció bueno el tour (entre 5 y 20 dólares por persona).
• Los franceses no hablan inglés: si bien en París es un poco más fácil que nos respondan a una pregunta en inglés, sobretodo en las zonas más turísticas, la mayoría de los franceses no dominan el idioma. En países como los nuestros (Argentina, en mi caso), aunque haya personas que no estudiaron nunca la lengua, estamos acostumbrados a escucharlo ya que las películas, por ejemplo, vienen subtituladas. El oído se va acostumbrando. Al menos para lo más básico. Los franceses no saben de subtítulos. Niños, jóvenes y adultos miran películas dobladas, no suelen tener contacto diario con el idioma anglosajón, y por eso se les dificulta tanto hablarlo. Además los franceses son orgullosos, y ¿por qué tendrían que aprender a hablar inglés, si con su idioma les alcanza y sobra? Otra historia es la de los franceses viajeros. Ellos sí hacen un esfuerzo mayor por aprender otros idiomas. Con el español la historia es algo similar, aunque puede ser que encuentren gente que lo hable. Anímense y pregunten lo que necesiten. A pesar de la mala fama de los parisinos, la mayoría es gente muy amable que van a hacer lo posible por ayudarlos. Aprendan algunas palabras básicas en francés, al menos las de cortesía.
• No se sientan mal por la ropa que lleven puesta: caminar por París, sobretodo en algunas calles como la Rue de Rivoli o los Champs Elysees, es casi como estar caminando por una pasarela donde todos, absolutamente todos, menos vos, están a la moda. Y son esas modas extrañas que ves en la televisión y pensas que nadie usa, pero en París si. Todos se visten espectacularmente bien. Menos vos, obvio, que sos latinoamericano. Pero no te sientas mal. Al contrario. La mayoría de los parisinos compran la ropa nueva de temporada, así que todo lo anterior está en liquidación. Y a vos que no te importa comprar lo que se usó la temporada pasada (probablemente en tu país sea lo que va a estar de moda el año entrante), vas a pagar 50, 60 y hasta 70% menos por esas mismas prendas.
• Los restaurantes y bares cierran temprano: tampoco es Londres. Puede ser que encuentren algún que otro restaurante abierto hasta la medianoche. Pero los parisinos cenan temprano también, por lo que es mejor siempre a las 8 o 9 empezar a buscar donde comer. En Argentina, a veces, salimos a cenar a las 11 de la noche. Y no va a sorprender a nadie que haya una familia con chicos pequeños cenando a esa hora. En París todo es más temprano, así que a tenerlo en cuenta. Lo mismo funciona para los bares. Por cierto: si van a almorzar o cenar al Barrio Latino (mi favorito), metan panza porque los locales son diminutos, pero aún así se las ingenian para meter muchas mesas (diminutas) y muchas sillas (diminutas). Así que prepárense para comer algo apretados. Pero van a probar comidas exquisitas… Será por algo que los franceses inventaron la palabra gourmet, ¿no?
• Si el tiempo lo permite, visiten Versalles: y cuando me refiero al tiempo, me refiero tanto a la cantidad de días que tengan para visitar París (si solo tienen 2 o 3 días, aprovechen a full la ciudad), y también me refiero al clima: no vayan en un día lluvioso. Versalles es el palacio. Pero también son los jardines. Pueden llegar en RER (linea C) o en tren. La entrada está incluída en el Paris Pass, y les va a demandar al menos medio día: 1 hora y media el palacio principal, media hora el Chateaux de Trianon, media hora el Domaine de Marie-Antoinette y 2 horas los jardines. Si quieren evitar las multitudes, no vayan ni los fines de semana ni los martes (muchos museos cierran y todo el mundo se va para Versalles). Si quieren ahorrar algo de dinero, pueden traer su propia comida desde fuera (una baguette, algunos quesos y jamón), y hacer un picnic en los jardines.
• Mientras más veces se pierdan, mejor: pocas ciudades en el mundo tienen el encanto que tiene París. Probablemente vayan ya con algo armado. Yo lo recomiendo para aprovechar al máximo los días (y el París Pass, si es que lo sacaron). Pero no hay nada mejor que caminar bordeando el Sena sin destino fijo, perderse por las calles del Barrio Latino, pasear por Montmartre cuando empieza a caer el sol, recorrer el señorial Saint-Germain o, si están con su pareja, enamorarse un poco más en Le Marais.

Hoy en día es probable que Nueva York sea la capital mundial de la cultura. La vanguardia de todas las cosas está en la gran manzana. Pero París supo ser la ciudad más global del mundo. Artistas como Hemingway, Picasso o Scott Fitzgerald se enamoraron de esta ciudad. Encontraron en ella su inspiración. Hay una frase de Emerson que me gusta mucho: «Entre Londres y París la diferencia radica en que París está hecha para los extranjeros y Londres para los ingleses. Inglaterra ha edificado Londres para su propio uso y Francia contruyó París para el mundo entero».

Ojalá que les sirva esta guía rápida de París, la ciudad luz. Gracias por haber llegado hasta acá, dejen sus comentarios, hagan todas las consultas que necesiten, que voy tratar de ayudarlos con lo que pueda  Si les gustó, compartan en sus redes sociales y suscríbanse, que van a ayudarme un montón.

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