Si hay un edificio del que los argentinos estamos orgullosos, humildad aparte, es el Teatro Colón. Muchos de los teatros de primera línea del mundo son privados. Considerado uno de los 5 mejores teatros del mundo, el Colón es de todos. No es de ninguna empresa, no tiene un dueño en particular. El teatro es de la Ciudad de Buenos Aires, y por lo tanto, es nuestro.

Vivo en la Ciudad de Buenos Aires, y tiene miles de opciones para elegir qué ver o qué hacer, pero entre todas ellas recomiendo visitarlo, aunque se tenga solo un día. Llegar es muy sencillo. Se encuentra en el centro de la ciudad, sobre la Avenida 9 de Julio. Está a pocos metros del Obelisco. Pero si tienen la oportunidad de desembolsar unos 15 dólares que es lo que cuesta la visita guiada (más información abajo), háganlo. Van a conocer uno de los mejores teatros del mundo por dentro. Y si encima pueden asistir a una presentación, ya sea de ópera, ballet, filarmónica o lo que más les guste, se van a ir de la ciudad (o quedarse, si viven acá o vienen a estudiar) habiendo vivido una experiencia única.

TEATRO-FÁBRICA

Además de tener una de las salas más reconocidas del mundo, la cual puede albergar más de 3000 espectadores, incluidos los que están a pie, cada uno de sus espacios es único. El edificio ocupa unos 9000 metros cuadrados, pero con sus tres subsuelos (que llegan hasta la Plaza del Vaticano y hasta la mitad de la Avenida 9 de Julio), supera los 60 mil metros cuadrados.

Sus talleres de escenografía, sastrería, zapatería, iluminación, entre otros, lo diferencian de otros teatros del mundo, ya que todo lo que necesita una obra, desde una esfinge gigante al vestuario único y a medida para decenas o cientos de artistas en escena se construye ahí mismo en el teatro. Por lo que además de teatro, es fábrica teatral, y se cuentan con los dedos de una mano el resto de los teatros del mundo que cuentan con semejante puesta en escena construida y desarrollada entre sus paredes.

ACÚSTICA DEL TEATRO COLÓN

Ante la pregunta de un periodista francés, en uno de los programas más visto del prime time parisino, acerca de cuál era el mejor teatro del mundo para cantar, el reconocido tenor alemán Jonas Kaufmann responde: “el teatro más fascinante tal vez sea, sobre todo por la acústica, el Teatro Colón de Buenos Aires. Es verdaderamente increíble. Tiene una acústica soñada. Quieres tomarla y llevártela contigo. Es un verdadero sueño”.

Más allá del comentario de Kaufmann, que no puede dejarnos más orgullosos como argentinos, luego de realizarse estudios de físicos, músicos como Luciano Pavarotti, directores de orquesta y críticos de ópera, se concluyó que la acústica es una de las 5 mejores del mundo (junto con la Grosser Musikvereinssaal de Viena, la Symphony Hall de Boston, el Konzerthaus de Berlín y el Concertgebouw de Amsterdam). No necesita ningún tipo de amplificación. Es posible que una persona que esté parada en el escenario hable en un tono de voz normal y sea escuchada de la misma manera ya sea estando a 10 metros o en el palco más lejano.

Esto se debe a que, durante su construcción, durante fines del siglo XVIII, éste fue el aspecto al que más se le dio importancia. Al no existir la tecnología actual con la que se construyen los teatros modernos: todo era prueba y error. Se iban probando distintas telas, maderas, tapices y alfombras, de una manera, de otra manera, hasta lograr la difusión y la reverberancia perfectas y que el sonido no fuera seco. Hasta la decoración de la sala no es mero ornamento. Cada pieza está pensada para mejorar el reparto parejo del sonido.

RESTAURACIÓN

Entre 2006 y 2010 se realizó un trabajo de restauración plena que fue reinaugurado el 24 de mayo en conmemoración del Bicentenario de la Argentina. El gran desafío fue mantener esa acústica perfecta. Se desarmó toda la sala para restaurarla, muchos materiales y butacas tuvieron que ser reemplazados, pero aun así el trabajo fue impecable: por cada fila de butacas que se sacaba, se volvían a tomar las mediciones en cuanto al sonido, y cuando se fue rearmando se buscó que la acústica fuera la misma, con cientos de pruebas. El trabajo fue impecable. 

BREVE HISTORIA DEL TEATRO COLÓN

La Constitución Argentina nace en 1853, siendo redactada por una asamblea constituyente representada por 13 provincias en la ciudad de Santa Fe, estableciendo que debía fomentarse la inmigración europea (así como se importaban vacas de raza Angus para mejorar la calidad de la carne, se buscaba mejorar la “calidad humana” importando “razas superiores” a la criolla). Esto generó olas de afluencia sobretodo españolas e italianas, que empezaron a demandar el arte lírico.

La ciudad que buscaba ser la más cosmopolita de todas, necesitaba entonces una casa de ópera, el género de mayor consumo cultural de la época, acorde a su rango.

En 1857 abría sus puertas el primer Teatro Colón. Y es que el actual no fue el teatro original. El primer teatro estaba ubicado en la céntrica Plaza de Mayo, al lado de la Casa de Gobierno, en el predio que actualmente ocupa el edificio de la sede central del Banco de la Nación Argentina. El problema de éste teatro era que su ubicación hacía que estuviera sujeto a los caprichos del poder de turno, y es que, en esos años, la Argentina estaba pasando por un proceso de pujas entre Buenos Aires y las provincias por el poder. Su última función fue el 13 de septiembre de 1888 con el estreno de Otello, de Verdi.

NUEVO TEATRO COLÓN

Medio siglo después de la construcción del primer teatro, Argentina ya era la economía más rica de Latinoamérica. El país quería demostrar que estaba a la altura del Viejo Continente, que éramos un país rico y llegar al primer centenario de la Revolución de Mayo con un teatro a la altura de los más aclamados del mundo. Las 50 familias más ricas de la época aportaron los préstamos necesarios para ayudar al Estado Nacional en la construcción de un nuevo teatro, con la promesa de que tendrían palcos preferenciales en las futuras funciones.

El nuevo edificio del Teatro Colón demandó 20 años. Varios arquitectos trabajaron en él. Se pensó que iba a estar listo antes, pero ciertas circunstancias socioeconómicas no lo permitieron. De todas formas el trabajo fue impecable. Todos los grandes artistas del Siglo XX pasaron por su sala: Anna Pavlova, Mijail Barishnikov, Igor Stravinsky, María Callas, Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Paloma Herrera o Astor Piazzolla, entre cientos otros.

ARQUITECTURA Y CONSTRUCCIÓN DEL TEATRO COLÓN

Cuando nos ponemos a pensar en sus detalles edilicios, encontramos influencia sobre todo de las escuelas arquitectónicas italiana, francesa y alemana del siglo XVIII. Previamente al diseño del edificio, se estudiaron los elementos que mejor estaban representados en los teatros europeos más reconocidos y mejor logrados.

Del proyecto se encargan 3 arquitectos muy reconocidos de la época. Lo comienza Francesco Tamburini (Casa Rosada) en 1890 diseñando un importante volumen aislando en una ubicación privilegiada de la ciudad: entre las calles Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad. Al año siguiente, el arquitecto muere y el trabajo es continuado y modificado por su socio el arquitecto Víctor Meano (Palacio del Congreso de la Nación). Gran parte del proyecto que hoy en día podemos ver es suyo. Pero no es quien lo termina. En 1904 es asesinado, y queda en manos del arquitecto belga Jules Dormal (Palacio Pereda).

La participación en el proyecto de 3 arquitectos distintos con variada formación académica, culminó en uno de los edificios de arquitectura ecléctica de principios del Siglo XX más representativos de Latinoamérica.

Como habíamos dicho antes, estamos hablando de un edificio de 60 mil metros cuadrados, una sala principal de estilo italiano en forma de herradura, con un diámetro de 33 metros y una altura de 28 metros hasta su cúpula, pintada por el artista argentino Raúl Soldi en 1965, después de haberse deteriorado la original unas 3 décadas antes.

ASISTIR A UN CONCIERTO/ÓPERA/BALLET

Si se tiene la posibilidad de asistir a una Ópera o algún otro evento, la experiencia va a ser más que enriquecedora. Lo recomiendo al 100%.

Pueden conseguirse entradas desde los 5 dólares, aunque se debe tener en cuenta que éstas entradas son en el Paraíso a pie (lo que comúnmente se llama “el gallinero”, las que solían ser para las clases más bajas de la sociedad) y muchas veces la visión que se tiene es muy limitada (y otras veces es nula por tener columnas en frente). Una entrada desde un asiento bastante confortable, con una vista parcial del escenario, ronda entre los 20 y los 40 dólares. Ya entradas de 60 o 70 dólares tienen unas vistas impresionantes, y si se pagan los 100 dólares que cuestan las entradas más caras, van a vivir una experiencia única. Eso sí, no importa el precio que se pague, la acústica es perfecta en todos los niveles, sea que se esté a dos metros del escenario, o en lo más alejado del gallinero, la experiencia sonora va a ser impactante.

Pasándolo en limpio:

• ENTRADAS BARATAS: 5 dólares (casi no se ve, o no se ve nada, parados)
• ENTRADAS MEDIAS: 20 a 40 dólares (vista parcial, sentados)
• ENTRADAS COSTOSAS: 60 a 100 dólares (vista completa, sentados)

Se recomienda ir vestidos de noche, como si se fuera a cenar afuera, salvo en algunas ocasiones en las que si se exige que los hombres vistan traje oscuro y las mujeres vestidos de noche.

HORARIOS DE LOS CONCIERTOS/ÓPERAS/BALLETS

05:00pm y 08:00pm son los horarios de los diferentes eventos.

Los días en los que se da cada uno están en la página del teatro:

https://www.gob.tuentrada.com/teatrocolon/Online/

Desde esta página se pueden reservar las entradas y ver los distintos eventos de ahora a los próximos meses. Suelen agotarse muy pronto las mejores entradas, pero siempre suele haber alguna que otra.

VISITAS GUIADAS

El Teatro Colón es un teatro. Y lo mejor que se puede hacer es asistir a un concierto. El problema es que muchas veces no se tiene el tiempo o el dinero para ir, o se planea el viaje muy sobre la hora y ya no quedan entradas para los días que vamos a visitar la ciudad. O simplemente no nos interesa.

De todas formas, sea que vayan a asistir a un concierto, o no, recomiendo fervientemente hacer una visita guiada por el teatro. El Colón es quizás el edificio más lujoso del país, y luego de la restauración por el Bicentenario del país, visitarlo es descubrir sus secretos más interesantes.

La visita dura algo de 50 minutos, y se recorren además de la sala principal donde está el escenario, el Foyer Principal, la Galería de Bustos, el Salón Dorado, etc. Realmente vale la pena.

HORARIO DE LAS VISITAS GUIADAS

09:00am – 05:00pm TODOS LOS DÍAS

Salidas cada 15 minutos

Duración 50 minutos

Costo: 15 dólares (5 dólares para residentes argentinos)

COMO LLEGAR

Teatro Colón se encuentra sobre la Avenida 9 de Julio, compartiendo la manzana con la Plaza del Vaticano, y rodeado por las calles Tucumán, Viamonte y Libertad. Está a una plaza de distancia del Palacio de Tribunales y a unos pasos del Obelisco.

Se puede llegar muy fácilmente caminando desde el centro, desde Puerto Madero o desde la Recoleta, pero también está muy conectado por transporte público.

Bajo el Obelisco, que está a no más de 300 metros del Teatro Colón, se encuentra una gran estación de metro donde confluyen 3 líneas distintas: la línea D (Estación 9 de Julio), línea C (Estación Diagonal Norte) y línea B (Estación Carlos Pellegrini). Es cuestión de bajar ahí, salir por cualquiera de sus escaleras, y caminar menos de 3 cuadras. Otra forma si se está viajando en la línea D, es bajar en la estación Tribunales que está a menos de 100 metros del Teatro.

Las líneas de bus que pasan cerca son: 6, 22, 24, 26, 28, 29, 33, 54, 56, 61, 62, 64, 74, 91, 93, 105, 111, 126, 130, 140, 143, 146, 152 y 195.

ATRACCIONES CERCANAS

• OBELISCO – 300mts
• CALLE FLORIDA – 500mts
• AVENIDA DE MAYO – 900mts
• GALERÍAS PACÍFICO – 900mts
• CAFÉ TORTONI – 1000mts
• PALACIO BAROLO – 1100mts
• PLAZA DE MAYO – 1300mts
• CATEDRAL METROPOLITANA – 1300mts
• CABILDO DE BUENOS AIRES – 1300mts
• CASA ROSADA – 1400mts
• CENTRO CULTURAL KIRCHNER – 1200mts
• CONGRESO NACIONAL – 1700mts

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